Archivo de etiqueta: Uruguay

Entrevista – Mario Benedetti


El perro tendrá su día – Juan Carlos Onetti


    Para mi Maestro, Enrico Cicogna       El capataz, descubierto por respeto, le fue pasando mano a mano los pedazos de carne sangrienta al hombre de la galera y la… Sigue leyendo

LA GALLINA DEGOLLADA – Horacio Quiroga


  Todo el día, sentados en el patio en un banco, estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio Mazzini-Ferraz. Tenían la lengua entre los labios, los ojos estúpidos y volvían la cabeza con… Sigue leyendo

LA BOLSA DE BASURA – Leo Masliah


Rodríguez iba saliendo de su casa para ir a trabajar, pero volvió para buscar una bolsa plástica llena de basura, que tenía preparada desde la víspera para una ocasión así, es decir, una… Sigue leyendo

La sed y el agua – Mario Arregui


Como el sediento que duerme y en sueños ve un río y agotas insaciable agua ilusoria: así Venus engaña a los amantes con simulacros… LUCRECIO Érase un pueblo como muerto bajo el sol… Sigue leyendo

Canario Viejo – Juan José Morosoli


Cuando Toledo embarcó en «Las Palmas» traía «lo puesto». -Llevás poco, le dijo el padre. Y él contestó: -Con menos me van a enterrar. Lo puesto y en el bolsillo del saco unas… Sigue leyendo

La Burocracia – Eduardo Galeano


La burocracia 1 En tiempos de la dictadura militar, a mediados de 1973, un preso político uruguayo, Juan José Noueched, sufrió una sanción de cinco días: cinco días sin visita ni recreo, cinco… Sigue leyendo

El crucificado – Mario Levrero


  A Nilda y Mario   Fue lo bastante astuto o estúpido como para deslizarse entre nosotros sin hacerse notar, y cuando Eduardo lo advirtió tuvo que aceptarlo, porque había una ley tácita… Sigue leyendo

9 DE JULIO – Leo Masliah


Buenos Aires, Argentina. Día de sol. Avenida 9 de Julio. Semáforo rojo. Se junta gente que quiere cruzar. Enfrente también. El semáforo demora. Viene más gente por ambos bandos. Cada destacamento mira firmemente… Sigue leyendo

EL ALMOHADON DE PLUMAS – Horacio Quiroga


Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un… Sigue leyendo

Cocodrilo – Felisberto Hernández


En una noche de otoño hacía calor húmedo y yo fui a una ciudad que me era casi desconocida; la poca luz de las calles estaba atenuada por la humedad y por algunas… Sigue leyendo

BICHICOME – Juan Carlos Onetti


Ella tendría cinco o seis años cuando empecé a enterarme verdaderamente de su existencia. Hasta entonces era la primera hija de los Torres, una criatura tan bella que parecía hecha con manos de… Sigue leyendo

Corazonada – Mario Benedetti


Apreté dos veces el timbre y en seguida supe que me iba a quedar. Heredé de mi padre, que en paz descanse, estas corazonadas. La puerta tenía un gran barrote de bronce y… Sigue leyendo

El hombre pálido – Francisco ‘Paco’ Espínola


Todo el día estuvo toldado el sol, y las nubes, negruzcas, inmóviles en el cielo, parecían apretar el aire, haciéndolo pesado, bochornoso, cansador. A eso del atardecer, entre relámpagos y truenos, aquéllas aflojaron… Sigue leyendo

El mundo es una gran paradoja que gira en el universo – Eduardo Galeano


La mitad de los brasileños es pobre o muy pobre, pero el país de Lula es el segundo mercado mundial de las lapiceras Montblanc y el noveno comprador de autos Ferrari, y las… Sigue leyendo

BIENVENIDO, BOB – Juan Carlos Onetti


Es seguro que cada día estará más viejo, más lejos del tiempo en que se llamaba Bob, del pelo rubio colgando en la sien, la sonrisa y los lustrosos ojos de cuando entraba… Sigue leyendo

LA GUERRA DE LOS YACARES- Horacio Quiroga


En un río muy grande, en un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés. Eran más de cien o más de mil. Comían pescados, bichos que iban a tomar… Sigue leyendo

LA CALLE DE LOS MENDIGOS-Mario Levrero


Extraigo un cigarrillo y lo llevo a los labios; acerco el encendedor y lo hago funcionar, pero no enciende. Me sorprende, porque hace pocos momentos marchaba perfectamente, la llama era buena, y nada… Sigue leyendo

Felisberto Hernández – Muebles ‘El Canario’


La propaganda de estos muebles me tomó desprevenido.  Yo había ido a pasar un mes de vacaciones a un lugar cercano y no había querido enterarme de lo que ocurriera en la ciudad. … Sigue leyendo

Los Bomberos– La noche de los feos- Mario Benedetti


  Los Bomberos     Olegario no sólo fue un as del presentimiento, sino que además siempre estuvo muy orgulloso de su poder. A veces se quedaba absorto por un instante, y luego… Sigue leyendo