Una avanzada del progreso – Joseph Conrad
1 Dos blancos eran los encargados de la factoría: Kayerts, el jefe, bajo y gordo; Carlier, el ayudante, alto, cabezudo y con el corpachón encaramado en un par de piernas largas y delgadas.… Sigue leyendo
1 Dos blancos eran los encargados de la factoría: Kayerts, el jefe, bajo y gordo; Carlier, el ayudante, alto, cabezudo y con el corpachón encaramado en un par de piernas largas y delgadas.… Sigue leyendo
Ahora Rann, el milano, trae la noche que deja libre al murciélago Mang; los rebaños están encerrados en el establo porque vagamos libres desde el alba. Es la hora del orgullo y el… Sigue leyendo
–¿Lo dice en serio? ¿De veras cree que una máquina puede pensar? La respuesta tardó en llegar. Moxon había concentrado su mirada en los fantásticos dibujos que proyectaban las llamas del hogar. Ya… Sigue leyendo
Mañana seré ahorcado. Pasaré, por primera y última vez por esa puerta de mi celda (hay dos en ella) que nunca he visto abrirse. La otra sirve a los guardianes cuando vienen… Sigue leyendo
ARLES (octubre de 1888-Mayo de 1889) Mi querido Théo: Gracias por tu carta; pero mira que esta vez he languidecido; mi dinero se había terminado el jueves, así que hasta el mediodía del… Sigue leyendo
Al Lector La necedad, el error, el pecado, la tacañería, Ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos, Y alimentamos nuestros amables remordimientos, Como los mendigos nutren su miseria. Nuestros pecados son testarudos, nuestros… Sigue leyendo
Existe una imagen convencional acerca de la nueva era en que estamos entrando y las promesas que implica. Esa imagen fue formulada con claridad por el asesor de Seguridad Nacional, Anthony Lake,… Sigue leyendo
En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos. -De acuerdo -dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena. Totó, de nueve años, y Joel,… Sigue leyendo
Las ventajas de las gallinas de viento Porque apenas ocupan sitio en sus perchas de corrientes de aire y no picotean mis domésticas sillas. Porque no desprecian las duras mondas de los sueños,… Sigue leyendo
En diciembre de 1978 hice el amor con una muchacha punk. Decir «hice el amor» es un decir, porque el amor ya estaba hecho antes de mi llegada a Londres… Sigue leyendo
La luz sobre las cumbres —¡Aligeren cabos! —Ahora con brío…, con tiento… ¡Muy bien! ¡Preparados para largar! —¡Ciudad del Viento, allá vamos! —¡Hurra! ¡Arriba! Entre tan animadas exclamaciones, la aeronave de hidrógeno Inconvenience,… Sigue leyendo
El tigre está en la biblioteca 12 de junio de 1996 Querido Borges: Dado que siempre colocaron a su literatura bajo el signo de la eternidad, no parece demasiado extraño dirigirle… Sigue leyendo
Hace cinco siglos, un meteorito cayó cerca de la ciudad de Ensisheim, en el Alto Rin. Para que el cielo no volviera a llevárselo lo ataron con cadenas… Sigue leyendo
—No es la velocidad, Jimi—dijo Shakey Mo—, es la H lo que debe preocuparte. A Jimi le gustó la ocurrencia. —Bueno—comentó Jimi—, eso nunca me fue muy bien. —No te perjudicó, al… Sigue leyendo
«Poned a Urías frente a lo más reñido de la batalla y retiraos de detrás de él para que sea herido y muera.» Samuel 11, 15 Una noche de verano, pocos meses después… Sigue leyendo
Dedicado a C.W. Smith, que sugirió la idea central Nada más absurdo, a mi juicio, que esa tópica asociación entre lo hogareño y lo saludable que parece impregnar la psicología de la multitud.… Sigue leyendo
Sylvia, reina de los bosques, reunió a la corte en su palacio y se burló de sus pretendientes. Les cantaría, dijo, les ofrecería banquetes, les narraría cuentos de los tiempos legendarios; sus juglares… Sigue leyendo
¡Lo que daría ahora por no haber hablado de ciencia ficción aquella noche! Si no lo hubiéramos hecho, en estos momentos no estaría obsesionado con esa bizarra e imposible historia que nunca… Sigue leyendo
Una vez, hace mucho tiempo, en un tiempo que está en la espalda del tiempo, se casó un hombre con una mujer. Solos se fueron al bosque, cultivaron la tierra y se… Sigue leyendo
Apartó la chapa con cuidado y metió la cabeza a través de la abertura. Al principio vio solamente la claridad mugrienta de la ventana que flotaba a una distancia imprecisa pero después… Sigue leyendo
Nunca sabremos cómo fue James Joyce. De Gorman a Ellmann, sus biógrafos oficiales, el progreso principal es únicamente estilístico: lo que el primero nos trasmite con vehemencia, el segundo lo hace… Sigue leyendo
En Santiago, la más importante ciudad del Reino de Chile, justamente cuando se producía el gran terremoto del año de 1647, en el que tantos seres perecieron, estaba atado… Sigue leyendo
A Tilman le dio el ataque en la capital del estado, adonde había ido por negocios, y estuvo allí internado dos semanas en el hospital. No recordaba la llegada a su… Sigue leyendo
Yo soy polaca, nacida en Sandomir, vale decir en un país donde las leyendas se tornan artículos de fe, donde creemos en las tradiciones de familia como y —acaso más que— en… Sigue leyendo
Alice Hindman que tenía ya veintisiete años cuando George Willard era todavía un muchacho, había pasado toda su vida en Winesburg. Estaba empleada en la tienda de ultramarinos de Winney, y vivía… Sigue leyendo
-Hubo algo muy extraño acerca de la muerte de William, ¡muy extraño de veras! -suspiró con melancolía un hombre en la parte de atrás del vagón. Era el padre del granjero, quien… Sigue leyendo
Cuando se hace cualquier revisión, no importa cuan suelta e informal, de la narrativa moderna, es difícil no llegar a la conclusión de que la práctica moderna de este arte es,… Sigue leyendo
CLARA DEZCURRA Clara Dezcurra toma la pluma y escribe la fecha. “16 de julio de 1840”. Luego, con la misma letra minúscula y erguida, agrega el encabezamiento: “Querida Juana”. Finalmente, tras… Sigue leyendo
El Juancho y su perra «Mariposa» hacían el camino de tres kilómetros a la escuela dos veces al día. Lloviera o nevara, hiciera frío o sol radiante, la pequeña figura de Juancho… Sigue leyendo
Tal vez haya fatigado al lector con mis relatos de cacería. Que se tranquilice ahora; he señalado el término de estas páginas. Solamente le pido autorización para añadir algunas observaciones cinegéticas.… Sigue leyendo
El señor James Duffy residía en Chapelizod porque quería vivir lo más lejos posible de la capital de que era ciudadano y porque encontraba todos los otros suburbios de Dublín mezquinos, modernos y… Sigue leyendo
Érase una vez un hombre que tenía hermosas casas en la ciudad y en el campo, vajilla de oro y plata, muebles forrados en finísimo brocado y carrozas todas doradas. Pero desgraciadamente,… Sigue leyendo
1583 Había caminado la noche entera sin darse descanso. Al alba, se tumbó entre unos pajonales frente al río. Estaba en la región que empezaba a llamarse Montes Grandes, por sus arboledas. Durmió… Sigue leyendo
Una muchedumbre gnoseológica se precipitaba desembocando con un silencio lleno de agudezas, ocupa después el centro de la plaza pública. Su actitud, de lejos, presupone gritería, y de cerca, un paso y… Sigue leyendo
Dos hermanos, cuyos nombres me callaré, fueron mis amigos íntimos en el liceo, pero después de una larga separación, perdí sus huellas. No hace mucho supe que uno de ellos estaba gravemente enfermo… Sigue leyendo
El señor contador Jonsson abrió la puerta del magnífico ascensor del hotel y, colocándose a un costado, mientras se cuadraba inclinándose con máxima elegancia, invitó a pasar a la deliciosa dama que lo… Sigue leyendo
Nuestro padre era hombre cumplidor, de orden, positivo; y así había sido desde muy joven y aún de niño, según me testimoniaron diversas personas sensatas, cuando les pedí información. De lo que… Sigue leyendo
He aquí lo que me refirió un día un amigo: «Cuando yo era estudiante en Moscú, habitaba en la misma casa que yo una de «esas señoras». Era polaca y se llamaba… Sigue leyendo
Recuerdo haber leído en alguna revista o periódico viejo la historia, relatada como verdadera, de un hombre llamémoslo Wakefield que abandonó a su mujer durante un largo tiempo. El hecho, expuesto así… Sigue leyendo